La Navidad tiene aroma. A canela, a clavo, a chocolate caliente… y, cómo no, a café recién hecho. En los días más fríos del año, una taza humeante se convierte en refugio, en pausa y en tradición. El café, versátil y acogedor, es el lienzo perfecto para capturar los sabores navideños y transformarlos en una experiencia sensorial. El café como base de los sabores festivos
Cuando llega el invierno, muchas personas perciben que el café “sabe distinto”. Esta sensación tiene una base científica: el frío modifica tanto la forma en que se liberan los compuestos aromáticos del café como la manera en que nuestros sentidos perciben el sabor. 1. La temperatura influye en la liberación de aromas
El mundo del café está en constante evolución. Una de las tendencias que más atención ha captado en 2025 es el café funcional, es decir, bebidas que combinan café con ingredientes naturales orientados al bienestar, como hongos medicinales, adaptógenos o suplementos de proteínas. Origen